Morfeo era el dios de los sueños, hijo de Hipnos (dios del sueño) y de la madre de éste, Nix (diosa de la noche).
Era el encargado de crear sueños para los humanos que dormían, provocando en el sueño sólo formas humanas, pero era ayudado de sus hermanos Fobetor y Fantaso, que se encargaban de la aparición en éstos de animales y objetos.
Recorría el mundo cada noche con sus grandes alas silenciosas fabricando sueños y tocando la frente de los humanos con una amapola para sumirlos en un profundo sueño.
Otro de sus hermanos llamado Iquelo deshacía de vez en cuando sus sueños y los convertía en pesadillas.
Ayudaba a los humanos dormidos mostrándoles cosas que debían saber, pero poco a poco comenzó a revelar secretos de los dioses del Olimpo, cosa que a Zeus no le gustó, por lo que lo fulminó con un rayo.
Narciso era hijo de la ninfa acuática Liríope, y al nacer fue llevado ante el gran vidente Tiresias, quien dijo que el pequeño viviría muchos años, siempre y cuando no llegase a ver su propio reflejo.
A los 16 años se había convertido en un muchacho muy alegre pero sobre todo de una belleza sobrehumana, por lo que todas las doncellas se sentían atraídas por él, e incluso algunos hombres.
Pero Narciso también era muy vanidoso y solamente sabía quererse a sí mismo, por lo que iba rompiendo corazones allí a donde iba.
Jamás había visto su reflejo pero no le hacía falta ya que siempre tenía mujeres que satisfacían sus deseos momentáneos, por lo que sabía cuan grande era su belleza.
Un día quiso relajarse caminando por el bosque, en donde conoció a una ninfa muy bonita, por la que se sintió atraído durante un tiempo, pero la joven no podía hablar, por lo que no sabía ni su nombre así que se cansó y se burló de ella.
La ninfa (que no era otra que Eco, la que sufría una maldición por parte de Hera por lo que no podía sino repetir la última sílaba que escuchase), se fue a ocultar su vergüenza y su desgracia a una cueva cercana en donde murió de la tristeza.
Narciso no se sintió culpable ya que él era lo único que le importaba, pero la diosa de la venganza Némesis había visto lo que le ocurrió a la joven ninfa, y quiso castigar a Narciso para que no hiciese daño a otra mujer nunca más, por lo que le provocó una enorme sed.
El muchacho se acercó rápidamente al río para beber agua, pero en cuanto se agachó descubrió su reflejo en el agua y se enamoró al instante.
*Existen dos teorías sobre lo que ocurrió a continuación:
-Narciso prendado de su enorme belleza quiso tocar su reflejo, y al extender su brazo perdió el equilibrio y cayó al agua, muriendo ahogado.
-Narciso prendado de su enorme belleza permaneció tumbado en el suelo observando su rostro en el agua día y noche, hasta que murió de hambre y sed por no poder quitar los ojos de su reflejo.
En la orilla en la que murió aparecieron unas flores muy bonitas, que recibieron el nombre de Narcisos.
Eco era una ninfa muy hermosa, con una voz muy bella pero con facilidad para hablar demasiado. Zeus, que tan solo pensaba en sus amantes, le ordenó que distrajese a Hera, su esposa, mientras él pasaba el tiempo con otras mujeres y diosas. Eco se fue a buscarla y comenzó a hablar, pero a la diosa esto no lo gustó pues le resultaba muy pesada y en un descuido de la ninfa, se fue en busca de su marido.
Encontró a Zeus con una de sus amantes, y al entender lo que había pasado se fue muy furiosa a castigar a Eco por ayudar a su esposo.
La condenó a no poder hablar, simplemente podía repetir la última sílaba de lo que oyese.
Muy triste por lo ocurrido ya que amaba su voz se fue al bosque y se escondió durante años en una cueva, hasta que un día Narciso (hijo de la ninfa Liríope) pasó por delante y al ver su inmensa belleza se enamoró de él al instante, y comenzó a seguirlo a escondidas durante días.
Uno de esos días, Narciso se giró y descubrió a la ninfa mirándole, por lo que se sintió muy avergonzada, pero cuando él se acercó a preguntarle su nombre, Eco solo pudo responder -bre.
El joven se sintió atraído por la ninfa, pero se cansó de ella a los pocos días por su falta de habla, y cuando la ninfa le hizo saber a través de las plantas y los animales que lo amaba, Narciso se echó a reír.
Eco se fue llorando de nuevo a la cueva, donde murió al poco tiempo de tristeza.
Némesis, la diosa de la venganza, había visto todo lo sucedido, y le provocó una inmensa sed a Narciso, lo que le hizo acercarse al río a beber, pero cuando éste vio su reflejo en el agua se enamoró de su imagen, y al intentar tocar el reflejo, cayó y se ahogó.
En la orilla crecieron unas flores muy bonitas, que llevaron el nombre de Narcisos.